¿Conoces Beardstown Ladies: la historia legendaria de las abuelitas inversoras? Es una historia fantástica. Seguro que te va a gustar.

Pero antes, échale un vistazo a mi membresía donde encontrarás todo lo que necesitas para aprender a invertir en los mercados y hacerlo correctamente:

  • Formación: cursos en vídeo explicando cómo hacer trading en cada mercado, estrategias, trucos, brokers, indicadores, patrones. Todo lo que necesitas dominar para el trading.
  • Mercados: análisis de diversos mercados explicando si está interesante para invertir y por qué, además de posibles ideas de trading.
  • Opinión de mercados: sabrás cada día qué ha pasado, por qué han subido o caído los mercados y qué esperar que hagan.

Y si te gusta leer y los libros, te presento mi colección de 18 ebooks

Beardstown Ladies: la historia legendaria de las abuelitas inversoras

Mira, te voy a contar una historia muy entrañable de unas abuelitas que empezaron a invertir en los mercados financieros.

1. El origen del club

La historia se remonta a tres décadas atrás en el tiempo cuando un grupo de abuelitas revolucionaron el sector con sus inversiones. En realidad no todas eran muy mayores, ya que había un rango de edad desde la cuarentena hasta los 86 años, todas de un pueblecito que se dedicaba al campo y que estaba cerca de Chicago. La mayoría ya se habían jubilado y otras se dedicaban a trabajos que iban desde maestras en el colegio, pasando por ganaderas y amas de casa. Por supuesto ninguna tenía ni conocimientos ni experiencia en el mundo de las inversiones financieras.

Todo comenzó al inicio de los años 80. Betty Sinnock era cajera en un banco de una localidad pequeña y un buen día decidió empezar a invertir en los mercados para lograr rentabilizar su dinero. El interés le vino tras ver en su trabajo cómo personas ganaban invirtiendo y otras recibían jugosos dividendos. Pensó que si los demás podían, ella no iba a ser menos.

Pero la cosa no fue como esperaba. al buscar un corredor de bolsa todos se negaban muy educadamente a tener relaciones profesionales con una abuelita.

Ni corta ni perezosa, decidió que eso no le iba a impedir hacer lo que deseaba, y creó su propio club de inversión. Corrió la voz para que más mujeres interesadas en invertir se uniesen al club y el efecto llamada tuvo su éxito.

A finales de 1.983 ya estaba creado de manera oficial el club compuesto por 16 mujeres, cuyo nombre fue Club de Inversión de Mujeres Empresarias y Profesionales de Beardstown, para acto seguido abreviarlo a Beardstown Ladies. El lugar fue el sótano de una iglesia en Beardstown, Illinois.

2. Funcionamiento del club

Llegaron al acuerdo de que cada mujer tenía que aportar 100 dólares y 25 dólares mensuales como cuota de pertenencia al club.

El momento deseado por sus miembros eran las noches de los jueves que era cuando se reunían para hablar de los mercados, ver qué había pasado, cómo iba, qué acciones comprar. Para ello se dividían el trabajo y cada mujer se encargaba de seguir todo lo relacionado con las acciones de una compañía y luego los jueves lo comentaba al resto de miembros.

El sistema de inversión que seguían era buscar acciones cumpliesen los siguientes requisitos:

  • Acciones que estuviesen infravaloradas por el mercado. 
  • El precio no podía superar los 25 dólares por acción. 
  • Tenían que llevar mínimo 5 años de crecimiento. 
  • La compañía tenía que ser de unos de los 20 sectores más relevantes.
  • No podían ser compañías del «vicio», tales como tabacaleras, sector del alcohol, del juego, etc.  

Y comenzaron a comprar y formar la cartera de inversión Beardstown Ladies, por ejemplo, se hicieron con títulos de Wolverine Worldwide, Home Depot, McDonald’s. Fíjate que compraron acciones de Walmart y fueron muy criticadas nada más y nada menos que por el vicepresidente de Wall Street que comentó que estas señoras eran tontas por tener acciones de esa empresa. Pero la respuesta del club no se hizo esperar y argumentaron que siempre que iban estaba lleno de gente comprando. Una respuesta sencilla, directa y sutil.

3. Evolución de las inversiones

El buen trabajo de rastreo y selección de acciones para incorporar a la cartera empezó a dar sus frutos y 11 años después de comenzar el club Beardstown Ladies, el dinero inicial invertido, que eran 1600 dólares se convirtió mágicamente en 80000 dólares, una rentabilidad media anual de +23,5%, doblando con creces al mercado estadounidense en esos 11 años.

Los reconocimientos públicos no tardaron en llegar y la Asociación Nacional de Clubes de Inversión les otorgó el título más importante, el de All Star durante cinco años seguidos. 

Aprovecharon el momento y sacaron un libro llamado The Beardstown Ladies Common Sense Investment Guide que fue todo un éxito estando casi 4 meses entre los más vendidos (vendieron 1,1 millones) y muchos medios las llamaron «Las hechizeras de Wall Street». Siguieron impartiendo conferencias que lograban abarrotar los escenarios, sacaron un vídeo y posteriormente 4 libros más donde daban consejos y trucos para invertir con éxito, iban a los programas de televisión con audiencias increíbles.

4. El fuerte varapalo

Pero de pronto, un ex corredor resulta que se había puesto a investigar en profundidad los números porque no terminaba de creerse todo ésto y llegó a la conclusión de que no era factible que las acciones en las que habían invertido hubiesen dado las ganancias que el club decía. Ellas estaban tan convencidas de que todo era cierto que incluso contrataron a PwC para que llevase a cabo una profunda autoría de todo.

El dictamen fue desolador. La ganancia real que había obtenido el club era de un +9,1% y no las grandes cifras que todo el mundo creía. Sí, aun así era un buen rendimiento porque ganaron dinero, pero había 2 elementos que echaban por tierra todo ésto:

  • El S&P 500 había subido más que ese +9,1%, concretamente casi un +15%.
  • Cuando vienes de pensar que los números eran muchísimo mejores, cualquier cosa por debajo es decepcionante.

Los medios que antes elevaron al club a los altares, ahora hacían un acoso y derribo sin piedad.

Al final se vio que no había ningún engaño, ni fraude ni intención maligna detrás. Simplemente todo se debió a un error al meter los datos en el ordenador que tenían programado exclusivamente para ello y es que a la hora de sacar las rentabilidades habían añadido también las ganancias por las ventas del vídeo que habían hecho.

La sociedad, al saber la verdad y que fue todo un error sin mala intención, las perdonó, pero no solo por ese motivo, sino porque habían hecho historia en el mundo de las inversiones, habían logrado que las inversiones fuesen algo más alcance de cualquier persona, además de que muchas mujeres se animaron a invertir, algo que hasta ese momento brillaba por su ausencia.

5. En la actualidad

Sí, hoy en día el club Beardstown Ladies continua activo, reuniéndose cada semana para ver en qué invertir, qué comprar y vender. 

Eso sí, casi todas las mujeres que hace 3 décadas fundaron el club ya habían fallecido, y las que hoy lo forman son hijas y nietas, manteniendo vivo el espíritu de las abuelitas originales.

Los datos apuntan a que en 2016, el club tenía invertido 400000 dólares y el 75 % de los miembros eran descendientes de los miembros originales del club.

Pues ya conoces Beardstown Ladies: la historia legendaria de las abuelitas inversoras. Todo un ejemplo de superación, de constancia, de hacer las cosas bien poco a poco. Espero que te haya gustado.

Suscríbete al blog para recibir cómodamente en tu correo los artículos que escribo