Veremos a qué precio puede subir el petróleo, las alternativas al petróleo y gas de Rusia, si la OPEP hará algo, el fantasma de la estanflación.

No espere que la OPEP resuelva el problema

El precio del petróleo (importante saber cómo invertir en el petróleo) continua fuerte y por encima de 100 dólares el barril. Y es que está inmerso en una fase de elevada volatilidad que está lejos todavía de finalizar. ¿Por qué sube el petróleo? Por el temor a que Rusia limite su oferta dentro de la amplia demanda existente, al tiempo que el resto de países importadores se ven obligados a buscar otras fuentes para no depender tanto de Rusia, sobre todo ahora con todo el tema de la invasión a Ucrania.

Es un tema crucial tras ver que los precios de la energía están volando sin remisión y Estados Unidos junto con  Reino Unido decidieron prohibir las importaciones de petróleo, gas y energía de Rusia. El tema es que la Unión Europea quiere reducir el 65% las importaciones que recibe cada ejercicio y de esta manera no estar tan expuesta a los vaivenes de Putin.

De momento todas las miradas están puestas en lo que decida la OPEP, pero no se tiene mucha confianza en que los miembros incrementen la producción de crudo al nivel necesario, hay muchos intereses en juego de por medio, aparte que un buen número de los países que forman esta entidad no tienen el poder o la capacidad necesaria para poder incrementar su producción en el corto plazo.

Las alternativas al petróleo y gas de Rusia

Rusia sigue con sus amenazas y vuelve a insistir en que puede cortar el suministro de gas y petróleo en Europa. Rusia es el tercer mayor productor de petróleo del mundo, solo superado por EE.UU y Arabia Saudita, de manera que si al final Putin da ese paso el precio del crudo y del gas subiría más todavía, algo lógico si se tiene en cuenta que cada día exporta 5 millones de barriles de los que casi 3 millones tienen como destino el Viejo Continente, siendo sobre todo Alemania e Italia los países que se verían más lastrado por ello, no en vano sus Bolsas, el Dax y el Mib son de las que más caen desde que se inició el conflicto militar.

Y por si usted estaba pensando en las energías renovables como alternativa, la respuesta es sí, pero el problema es que a corto plazo no es la solución ya que lleva tiempo poder hacer todos los «cambios» necesarios. ¿Entonces qué alternativas quedan? Pues por ejemplo buscar otros vendedores como bien pueden ser Catar, Argelia o Nigeria, pero estamos un poco en lo mismo, a corto plazo es complicado. Así pues, a medio y largo plazo hay soluciones y alternativas muy válidas para no depender de Rusia en el tema del gas y el crudo, pero a corto plazo sólo hay una solución: racionar con inteligencia.

Tenga en cuenta que, por ejemplo, en 2021, los ingresos por las exportaciones energéticas hizo ganar a Rusia 236.000 millones de dólares, casi el 50% de todos sus ingresos por exportaciones. Esto significa que es un duro golpe para Putin. Este es el motivo por el cual Putin ha amenazado a Occidente diciendo que si dejan de comprarle su gas y su petróleo él hará lo mismo con otros sectores.

¿Cuánto podría subir el petróleo?

La verdad es que si hace poco más de 2 años nos, cuando el petróleo cotizaba en negativo por debajo de 0 dólares, concretamente a -40 dólares, nos dicen que iba a subir a 135 dólares, pocos lo creerían.

Pero así están las cosas y el potencial del barril de crudo podría incluso subir a 150-185 dólares en el peor de los escenarios si la guerra se alarga y las consecuencias serían inimaginables con un mayor encarecimiento de la electricidad y más inflación.

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¿Podríamos entrar en estanflación? ¿Cómo fue en España en los 70?

Un escenario de estanflación es temible. Consiste en una elevada inflación y al mismo tiempo una desaceleración del producto interior bruto.

Últimamente escucho y leo por todas partes que se está comparando la situación actual con la crisis energética de los años 70 originada por el petróleo. Comenzó con las restricciones de la OPEP que originó que se dejara de exportar petróleo a países como Estados Unidos, y buena parte de Europa occidental. Ello llevó el precio del barril a las nubes y se produjo lo que se conoce como «inflación de costes.

Bueno, en honor a la verdad habría que decir que en aquél momento la estanflación se originó también por un incremento de la tasa de desempleo y una Fed que subía los tipos de interés de forma agresiva. Hoy en día la situación es diferente en esos dos aspectos.

Ello no significa que no se pueda entrar en deflación, si no que no es un escenario comparable al de los años 70.

En España, la inflación subió un 44% (sólo en 1977 la media fue de un 26%), una fuerte destrucción del empleo y cierres de negocios y empresas, así como unos tipos de interés en el 22%. Casi nada. Debido a esa elevadísima inflación, se aumentaron los salarios para compensar parte del poder adquisitivo perdido, pero fue peor el remedio que la enfermedad, ya que se entró en una espiral nefasta porque los empresarios entonces subían los precios de manera equivalente y los trabajadores exigían nueva subida de salarios.

Sí, el principal efecto de la estanflación es el fuerte empobrecimiento de la población.

Como es obvio, sin crecimiento económico la Bolsa cae, ya que las empresas no generan el mismo beneficio.

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