Les voy a contar cositas del lunes 19 de octubre de 1987 (el lunes negro) y el lunes 28 de octubre de 1929, algunas de las cuales seguramente no sabían. Porque entender el pasado nos debería ayudar a no cometer los mismos errores en el futuro.

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El lunes se cumplió el 33 aniversario del Lunes negro (black monday) de 1987. «Llegará el día de rendir cuentas, cuando el mercado descienda como si nunca fuera a detenerse». Esta frase profética la lanzó el economista John Kenneth Galbraith en un artículo en la revista The Atlantic en enero de 1987. Meses después pasó lo que pasó.

Los 19 mercados más grandes a nivel mundial tuvieron un promedio de retorno del 296% de agosto de 1982 a agosto de 1987, el dow Jones explotó de 776 a 2.722 puntos en esos años, incluyendo un aumento del 44% sólo en los primeros ocho meses de 1987. Pero, el 19 de octubre de 1987 vino la debacle.  El Dow y el S&P perdieron más del 20% en una sola sesión cada uno. El Dow Jones cayó un -22,6% ese día, algo jamás visto, ni siquiera con el crash de 1929. La portada del periódico The New York Times es bastante elocuente.

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La debacle no diferenció entre poderosos y mortales. Warren Buffett perdió 347 millones de dólares, Bill Gates, 255 millones y la familia de Sam Walton, fundador de los almacenes Wal-Mart 1.750 millones de dólares. Fuera de Wall Street también hubo sangre, pero menos (los más afectados fueron el Nikkei japonés con descenso de -14,9% y Footsie británico con -12,2%).

Pero la cosa se veía venir, y es que si bien el estallido y la traca final se materializó el 19 de octubre, hay que recordar que entre el 14 y el 16 de octubre el Dow cayó un -10,5% y la revista Times no dudó el titular en su portada: masacre de octubre en Wall Street.

En España los efectos se sufrieron el 20 de octubre, ya que cuando sucedió la bolsa había cerrado ya.

A comienzos de 1988 el Dow Jones se estabilizó en torno a los 2.000 puntos, de vuelta a los niveles a los que había empezado 1987.

En el siguiente gráfico pueden ver la comparativa del S&P500 entre 1987 (color negro) y hoy (color verde).

Tranquilos, en 1987 el mercado cayó en un solo día más de un -20%, cosa que a día de hoy no es posible porque se activan los mecanismos de seguridad y la sesión se suspende inmediatamente. ¿Más comparaciones? En los 40 días posteriores al hundimiento de 1987, el S&P 500 cayó un 33%, menos que lo que cayó en marzo de 2020 que en 25 días se dejó casi un -34%.

Pero hay un lunes de octubre también muy famoso por los mismos motivos. El lunes 28 de octubre de 1929. A mediados de los años 20, cerca de 3 millones de estadounidenses poseía acciones en bolsa. Y es que el Gobierno contrataba a actores famosos para promocionar Wall Street y animar a los ciudadanos a comprar acciones tras escuchar historias de gente normal que se hizo millonaria. De ésta manera se fue hinchando la burbuja que finalmente terminaría por estallar.

Todo empezó el miércoles 23 de octubre de 1929, Wall Street cayó con fuerza  y luego llegó el jueves negro con más caídas. La causa de los fuertes desplomes tenían como antecedentes que Estados Unidos venía de crecer a niveles récord en su producción industrial gracias en parte a los denominados Bonos Libertad, con los cuales el Estado financió sus planes de guerra.

Con las fuertes caídas bursátiles y las cintas de las impresoras agotadas, los inversores, atemorizados y asustados, colapsaron todas las líneas telefónicas de la ciudad de Nueva York y demás ciudades.

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