Vamos a ver por qué no hay que temer las caídas de los mercados, todo ello debidamente explicado y con datos e información objetiva.

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Por qué no hay que temer las caídas de los mercados

Todos sabemos ya, porque lo he explicado en reiteradas ocasiones, por qué la Bolsa es la mejor inversión a largo plazo. Pero aprovechando lo que sucedió el otro viernes con los desplomes de los mercados de renta variable por la aparición de la variante nueva del covid, querría recordar algunas cosas que seguro animará a los inversores.

Hay un dicho muy famoso, «sin sangre no hay victoria». No hay que llevarlo a ese extremo, obviamente, pero creo que se entiende el mensaje, ¿verdad? Trasladado a los mercados, significa que las ganancias son para los valientes y que no están exentas de tener que aguantar baches, caídas, drawdowns, etc.

No hay que irse muy atrás en el tiempo para recordarlo, por ejemplo con la crisis económica de 2008 en la que el índice S&P500 se hundió un -37% en lo que supuso su mayor desplome en los últimos 77 años. Una dolorosa caída que hizo temer y mucho a los inversores, pero fíjese que los pacientes, los que aguantaron todo el chaparrón, pudieron posteriormente asistir a una espectacular subida de +448% hasta el 2021 y en esos 12 años sólo uno fue rojo, concretamente 2018 y no fue nada del otro mundo, un -4,5%.

Es decir, que tras caer una barbaridad en un solo año, subió espectacularmente los siguientes años con un rendimiento medio anual de +15,1% durante los siguientes 12 ejercicios.

Claro, ahora parece muy fácil, pero ojo, que durante el camino de este ascenso galáctico que comenzó con el suelo de mercado en marzo del 2009, los inversores tuvieron también que lidiar con 27 recortes superiores al -5% cada uno de ellos y de ellos diez superaron caídas de -10%, tres fueron mayores de -20% y uno llegó incluso a alcanzar el -30%.

Así que el premio, la recompensa de esa subida en 12 años de un +448% tuvo como sacrificio aguantar la fuerte caída de -37% en 2008 y luego todos estos recortes mencionados, algunos también muy intensos y pronunciados.

¿Fácil? No. a toro pasado todo el mundo lo ve diferente y piensan que sí lo hubiesen podido aguantar, pero ya le digo yo de antemano que no.

En 2020 volvimos a tener otra prueba de fuego con la pandemia del coronavirus, el S&P500 cayó un -35,1% en algo más de un mes, todo un reto puesto que hablamos del desplome más rápido en toda la historia de Wall Street. El resto ya lo sabe, fuertes subidas un mes después y terminando el año con buena rentabilidad y marcando desde entonces bastantes nuevos máximos históricos.

Así que ya sabe por qué no hay que temer las caídas de los mercados, el premio ya sabe cuál es tras fuertes recortes. La motivación la tiene en que si cogemos los últimos 92 años, el S&P500 presenta sus credenciales con una revalorización media anual de casi el +10% frente al +5% de los bonos USA a 10 años.

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