Te voy a comentar qué es la estrategia bottom fisher, en qué consiste y cómo se realiza. No es una innovación pero siempre es bueno saber cuanto más mejor.

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Qué es la estrategia bottom fisher

La esencia de la estrategia bottom fisher radica sencillamente en que un inversor compra acciones de una compañía que estén cayendo con fuerza y que su precio de cotización se encuentre en mínimos o bien muy cerca de esos mínimos.

Así de sencillo de comprender pero a la vez de complicado de hacer, más que nada por el tema de la psicología.

La idea es que el inversor adquiere acciones de una empresa que están sufriendo una caída intensa y que están en mínimos o cerca, y ello en base a que considera que el castigo es injustificado y excesivo y que está llegando a su fin, con lo que espera que el precio de esas acciones retome el vuelo y se convierta en una inversión muy rentable e interesante, eso sí, en un horizonte de medio o largo plazo.

Todo esto está ligado a la inversión en acciones valor y a la filosofía de inversión value investing.

En efecto, la filosofía value investing se basa en comprar acciones que están infravaloradas en base a sus fundamentales y esperar tranquilamente que el mercado las sitúe donde realmente tienen que estar por su valor a medio y largo plazo.

De esta manera, analizar en profundidad las compañías, para saber cuál es su valor intrínseco y comprobar si coincide con su precio de mercado y así saber si cotiza con descuento y tiene margen de revalorización importante.

Por tanto, la filosofía value intenta localizar compañías con un precio de mercado inferior al valor intrínseco para comprar sus acciones y esperar tranquilamente hasta que el mercado haga subir el precio de cotización de las acciones hasta llevarlo al valor intrínseco.

Se podría decir que existen dos modalidades de la estrategia bottom fisher:

– Intradía: son operaciones cuyo marco temporal se circunscribe a la propia sesión bursátil. Es decir, el inversor compra y vende en la misma jornada, de manera que no deja posiciones abiertas al cierre de la sesión. A estos inversores se les denomina day traders y a su estilo de inversión day trading.

El riesgo de aplicar esta estrategia a la operativa intradía es el efecto del gato muerto,. es decir, un patrón de continuación de la tendencia bajista y que avisa al inversor de que dentro de ese recorte el precio está realizando un breve descanso en forma de subida para acto seguido continuar con su tendencia principal que es bajista.

Aunque hay inversores que también creen que es posible, no es recomendable aplicar esta estrategia a la operativa scalping, es decir, aquellas operaciones que desde que se abren hasta que se cierran, pasan segundos o pocos minutos.

– Largo plazo: el horizonte temporal de este tipo de inversores es superior a los doce meses, de manera que las compras se quedan abiertas mucho tiempo y no tiene prisa por cerrarlas hasta que alcancen sus objetivos fijados.

En esencia pura, si somos estrictos, la estrategia bottom fisher debería de utilizarse única y exclusivamente para una operativa de medio o de largo plazo.

Evidentemente, el mayor riesgo es que no salga bien, no hay ninguna estrategia infalible, no es una ciencia. Puede suceder que tras caer el precio a zona de mínimos, no reaccione, o que apenas suba un poco para luego continuar cayendo y que pase demasiado tiempo abajo, con lo que ello supone en cuanto a coste de oportunidad.

Por tanto, en el peor de los casos, si no funciona, las dos consecuencias son las siguientes:

  • Daño emergente: es la pérdida total que llevamos acumulada en la operación perdedora por el hecho de que hemos comprado pero no sube o apenas lo hace.
  • Lucro cesante: es el coste de oportunidad, es decir, lo que potencialmente estamos dejando de ganar por no haber invertido ese dinero en otras operaciones que pudiesen haber ido mejor.

Pues ya sabes qué es la estrategia bottom fisher, aunque mejor dicho habría que decir más que estrategia modo o estilo de inversión.

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